viernes, 5 de febrero de 2021

25 de Noviembre: "Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer"

 

25 de Noviembre: "Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer"

 

Desde tiempos ancestrales la violencia es calificada como parte de la cultura, de una u otra forma se ha aceptado como elemento de formación familiar. De hecho, el comportamiento violento o agresivo está presente en la historia y quedo asignado en documentos que van desde las antiguas escrituras hasta las estadísticas actuales. Es decir, la violencia es universal en el tiempo porque sigue presente como causas de fallecimientos en las mujeres, además, se infiltra en todas las sociedades cualquiera que sea su grado de desarrollo, no hay diferencia en cuanto al nivel educativo, económico o cultural simplemente está allí presente; de aquí se infiere, que todas las mujeres históricamente han vivido en mayor o menor intensidad formas de violencia, pero a imperceptible no es reconocida y se acepta como parte del orden establecido.

Para dar sustento a las consideraciones anteriores, se hace alusión a la costumbre del Sutte en la cultura Hindú, que exige la viuda se ofrezca en la pira funeraria de su marido, asimismo, el infanticidio femenino en la cultura china e india dominadas por hombres, los matrimonios concertados entre los musulmanes, muchas veces ofreciendo a las niñas y adolescentes con hombres de mucha edad, que pueden llevar al asesinato o tortura de la mujer, entre otras prácticas más. En el año 2014, Abu Bakr al-Baghdadi, líder de Estado Islámico (ISIS) en Irak, ordenó mediante un comunicado publicado en internet, que todas las mujeres del “califato” fuesen subyugadas a mutilación genital. (Asiain, 2014, p. 1).

Indiscutiblemente, los hechos de violencia contra la mujer siguen siendo constantes, representa un tema de derechos humanos, ocupando la atención de organizaciones internacionales como nacionales, siendo un grave problema de salud pública a nivel mundial. Cabe recordar, a partir de 1981 militantes y activistas en favor del derecho de la mujer observaban el 25 de noviembre como día de protesta y conmemoración contra la violencia de género, esta fecha fue elegida para honrar la memoria de las hermanas Mirabal, tres activistas políticas de la República Dominicana que fueron brutalmente asesinadas en 1960 por orden del gobernante dominicano, Rafael Trujillo (1930-1961).

En este orden, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la “Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer” (1979). De allí, el 20 de diciembre de 1993, aprobó la “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer”, marcando el primer pasó hacia erradicación de la violencia contra mujeres y niñas a nivel mundial. Posteriormente, desde el año 1999 la ONU decretó que cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, invitando a gobiernos, organizaciones internacionales y ONG a tomar manos en el asunto y coordinar actividades todos los años sobre esta fecha que eleven la conciencia pública en cuanto a esta cuestión. Es indispensable, no solo esta fecha, sino permanentemente difundir las normativas jurídicas que protegen a las mujeres, para disminuir este grave fenómeno sociocultural.

Actualmente el Estado venezolano, continua en desacato absoluto, generando un nivel de desamparo a los derechos de las mujeres; ejemplo claro, el pasado 16 de noviembre se cumplieron dos año del pronunciamiento, que por primera vez emite la Corte IDH, por causa de omisión de un Estado frente a hechos inhumanos cometidos por un particular, tipos penales sancionados por la Convención Americana sobre los Derechos Humanos y la Convención Belém Do Pará; mediante una sentencia condenatoria hacia el Estado venezolano, como consecuencia de responsabilidad plena en la omisión por los delitos cometidos contra Linda Loaiza. Destacando en dicho fallo, la ínfima sentencia dictada al agresor, excluyendo elementos relevantes como actos de tortura y violación recibidos por la víctima, afectando directamente estos sus derechos humanos, asimismo, el incumplimiento sistemático con las medidas de restitución, rehabilitación, satisfacción, pecuniarias y garantías de no repetición, en este caso particular, Linda Loaiza López y familiares.

Sin lugar a dudas, indudable la omisión de Estado venezolano es el escenario de la continuidad de los delitos que revictimizan e igualmente a la familia. La sentencia de la Corte IDH es una obligación que se debe cumplir y no puede convertirse en letra muerta porque son obligaciones convencionales de protección que el Estado venezolano está obligado a cumplir. La negligencia hacia Linda Loaiza, significa desinterés, morosidad e indiferencia contra todas las mujeres venezolanas, a quienes nos asiste gozar y acceder a un Sistema Judicial que garantice absolutamente todos nuestros DDHH, los cuales notablemente se han visto violentados en este entorno de emergencia humanitaria compleja agravada, originando, el fenómeno de feminización de la pobreza, prostitución forzada como Migración forzada en niñas, adolescentes y mujeres venezolanas.

Para profundizar, de acuerdo a las cifras manejadas por Monitor de Utopix.com, en el 2019 se pordujeron136 Femicidios; mientras que durante el 2020 hasta el mes de octubre, se han originado 217 Femicidios, de los cuales 148 se dieron durante la cuarentena y 85 casos en grados de frustración. Como consecuencia de objetivación del cuerpo de la niña, adolescente o mujer, asumido como propiedad del victimario,  una marcada construcción cultural del amor romántico, desde una visión de poder y forma de control, la masculinidad del hombre, y muy especialmente por el contexto político social. 

Aunado a la prevalencia de la mujer como jefa de hogar sin recursos y escasos ingresos para afrontar la crisis, es allí, donde se decide buscar qué comer o quedarse en su casa, porque en su mayoría son empleados públicos, o en su defecto, ejercen la economía informal. Situación constatada con visitas in situ, en comunidades de mayor riesgo del estado Portuguesa. Durante esta situación de emergencia habido un aumento de la violencia basada en género (VBG), porque al emitir un aislamiento social obligatorio (cuarentena), las víctimas de violencia están en riesgo ante la convivencia íntima con el maltratador. Lamentablemente durante el mes de marzo tuvimos un femicidio en el estado por parte de un funcionario de seguridad hacia su expareja. Aunado a ello, los Órganos receptores de denuncia, prestan escasa atención como aplicación de medidas de protección, destacando, que no existen en el estado casa abrigo para víctimas de violencia.

Dicha realidad, afecta a gran número de mujeres, que no tiene acceso a redes sociales o transporte ni efectivo para trasladarse a denunciar (población rural, barriadas). Hemos reportado casos, que asisten a los Módulos Policiales cercanos a sus comunidades, y no han sido atendidas. Al respecto, la AC Gurrufio en alianza local con Cátedra de la Paz y Redac, ejecutó un Ciclo Formativo de Prevención de Violencia Basada en Género, en 5 comunidades vulnerables del municipio Páez, a través de encuentros presenciales (con las medidas sanitarias de bioseguridad), foro chats, programas de radio.

En este contexto, el fenómeno de feminización de la pobreza, ha llegado a su punto de quiebre: Mujeres haciendo colas de 1 hasta 3 días para comprar gas doméstico con un poco de suerte, porque es más común cocinar con leña; entonces se observan mujeres (sin distinción de edad, ancianas, jóvenes, adolescentes y niñas) cargando pesados fardos de leña para poder cocinar, haciendo largas colas para comprar el poco alimento que se consigue, cargando tobos de agua porque duran hasta 20 días sin servicio de agua potable en sus comunidades.

Lo más alarmante, mujeres que paren a las afueras de los Centros de Salud Público, porque no tiene personal o condiciones de salubridad para ser atendidas, y así un rosario sin fin de vulneraciones de DDHH, que afectan el nivel de vida adecuado, observándose claramente, el envejecimiento como quebrantamiento de la calidad de vida de las mujeres, particularmente, consideramos debe estar enmarcada dentro de la violencia institucional, es importante, que el Estado propicie medidas efectivas para avalar el acceso a los servicios básicos, sueldos y empleos dignos, seguridad social, alimentos y medicamentos, entre otras garantías; que conllevan a la feminización de la pobreza.

Aunado a esto, es el estado de mayor índice de embarazos a temprana edad, con prevalencia en los municipios San Rafael de Onoto y Esteller. Otro hallazgo a resaltar, es el tema de la prostitución forzada, de mujeres y niñas quienes ejercen servicios sexuales a cambio de comida o artículo de uso personal. En virtud de lo expuesto, es primordial propiciar la erradicación de la violencia de género y logro de espacios seguros para niñas, adolescentes y mujeres, ajustados, además en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la #Agenda2030 (Naciones Unidas), quiénes proponen un avance en equidad, lenguaje inclusivo de género, empoderamiento femenino; incluidas el abordaje a la trata de personas: explotación sexual y otros tipos de explotación.

Sin lugar a dudas, es una corresponsabilidad de todos apoyar este grupo vulnerable desde el enfoque de género, dando una mirada analítica integral, donde se evidencia un elevado nivel de prevalencia: discriminación, xenofobia, estigmatización, exposición a la violencia sexual, tocamientos, violación sexual e intento de violación sexual. Estas acciones han acrecentado el empobrecimiento material de las mujeres, empeoramiento sus condiciones de vida y vulneración de sus derechos fundamentales, estos van desde escasez de anticonceptivos e insumos para una higiene menstrual, hasta la prostitución forzada para obtener alimentos y sustentar el hogar.

 

María Teresa Piñero Suárez

Activista de DDHH, Constructora de Paz y Mujer de Paz 2020

 


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