miércoles, 2 de diciembre de 2015

PAPEL DE LA MUJER EN LA SOCIEDAD Y COMO COADYUVANTE DEL CAMBIO SOCIAL

Para iniciar el tema, se debe partir desde la conceptualización de la Violencia como fenómeno que aparece con el mismo hombre, evidenciándose desde civilizaciones antiguas e íntimamente sujetadas a factores sociales, económicos, políticos y religiosos, entre otros; en tal sentido, obliga a ubicarse dentro del contexto de la cultura que se pretende estudiar, pues dependiendo de la sociedad, la visión y conceptualización dada será distinta. En primer lugar, se amerita señalar lo planteado por Vacaflor (2011), en su ensayo La violencia en la Historia, que plantea lo siguiente:
Discursos de violencia en un sentido amplio, son todos los textos religiosos, como la Biblia, El Corán, la Ilíada, el Popohl Vuh, etc. y otros tantos monumentos literarios. No es necesario que tales discursos no inciten directamente a la violencia: basta que divida a los seres humanos entre réprobos y elegidos o ponga en práctica criterios para su discriminación. Tanto en los tiempos antiguos como en los contemporáneos estos discursos casi constituyen la mayoría de los que se consumen en nuestras sociedades. Las Ciencias Sociales, por ejemplo, registran por millares discursos que establecen pautas discriminatorias y excluyentes. (pág. 2)

Por otro lado, en las Sociedades China e Hindú, el infanticidio era un método de control de la natalidad, mientras que, en otras sociedades las niñas eran sacrificadas por no contribuir a la economía familiar. Tanto es así, que a lo largo de la historia, el patriarcado, ha puesto el poder en manos de maridos y padres en cualquier relación conyugal o de pareja. El suttee entre los hindúes (ritual que exige a la viuda se ofrezca en la pira funeraria de su marido), los matrimonios concertados entre los musulmanes, que pueden llevar al asesinato o a la tortura de la mujer, al mismo tiempo, la esclavitud doméstica en el nuevo hogar indican la presencia endémica de sexismo y violencia doméstica masculina.
Sin lugar a dudas, por el número de víctimas y las secuelas que produce, la violencia contra la mujer ha adquirido un carácter endémico, convirtiéndose en un serio problema de salud pública en varios países. Además de heridas y muerte, esta situación trae consigo un sinnúmero de problemas sociales, educativos, psicológicos y culturales, entre otros. De aquí que, el Estado venezolano ha presentado como un gran avance con la promulgación de Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una vida libre de Violencia (2007), la cual otorga una garantía de protección por parte del Estado, a través de la implementación y aplicación efectiva de normas jurídicas de obligatorio cumplimiento tanto para los órganos administrativos, como para los órganos jurisdiccionales, cuya función sea la protección de los derechos de las mujeres, al mismo tiempo, la promoción de esos derechos y sus mecanismos de defensa.

Desde esta perspectiva, la Mujer ha adquirido un puesto esencial dentro de la sociedad, logrando alcanzar igualdad de condiciones en el ámbito laboral, político, educativo, entre otros contextos, en consecuencia, consiguió participación dentro de los procesos de cambio en el país cooperando al desarrollo cultural, científico, legislativo, asumiendo cargos como Parlamentarias, Empresarias, Gerencia dentro de los Organismos Públicos, Rectoras de Universidades, hoy día la mujer estudia, trabaja no solo se quedó dentro del hogar sino que contribuye a su manutención, inclusive muchas se han quedado sola al mando de la familia, en consecuencia, tiene la posibilidad de gozar un nivel de independencia económica, personal y socio-cultural.  
Hechas las consideraciones anteriores, se destaca que en la trasformación de roles, también la mujer es determinante, pues, se observa, en caso contados que el hombre colabora con los quehaceres del hogar, o sea, está propulsando un reequilibrio en los roles tradicionales, tarea difícil décadas atrás, hoy por hoy, muchas mujeres pueden decidir el número de hijos a procrear, el método de planificación familiar a utilizar, disfrutar de las sexualidad, sin confundir libertad con libertinaje; son pasos que con esfuerzo, dedicación, preparación y actitud positiva se han adquirido satisfactoriamente, sin embargo, el proceso de confrontación hacia la mujer continúa, en la intimidad de muchos hogares, empleos y comunidades.
Por ello, el cambio de paradigma debe fortalecerse, así la mujer podrá disponer de tiempo para sí misma, tener más posibilidades de elección y mayores oportunidades de mejorar la calidad y nivel de vida, tanto para ellas como sus hijos, de hecho, también hay caso de empresas privadas que vienen patrocinando créditos comerciales para Mujeres Emprendedoras, claro ejemplo de su lugar en la producción del país. En suma de cuentas, todas estas acciones indican el papel asertivo de la mujer dentro de la sociedad y coadyuvante  del cambio social contemporáneo. Quiero terminar con unas palabras sabias de nuestro Pontífice Juan Pablo II (+), El perfil de la mujer presentado por Juan Pablo II en sus escritos:

El hombre –ya sea varón o mujer– es persona igualmente; en efecto, ambos han sido creados a imagen y semejanza del Dios personal... El texto bíblico proporciona bases suficientes para reconocer la igualdad esencial entre el hombre y la mujer desde el punto de vista de su humanidad… Aquellas situaciones en las que la mujer se encuentra en desventaja o discriminada por el hecho de ser mujer (...) expresan la herencia del pecado que todos los seres humanos llevan en sí. Los libros de la Sagrada Escritura confirman en diversos puntos la existencia efectiva de tales situaciones y proclaman al mismo tiempo la necesidad de convertirse.  (Mulieris Dignitatem, vocación y dignidad de la mujer, p. 7)


PROFA. ESP. PIÑERO SUÁREZ MARÍA TERESA

C.I. 10895239

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