miércoles, 12 de abril de 2023

¿Qué podemos hacer para lograr una presencia sostenible de las mujeres en los Espacios de Decisión?

Actualmente la mujer ha alcanzado un lugar dentro de la democracia y participación política, con nuestro derecho al voto y deberíamos gozar de una paridad de género real en los cargos de representación popular. Razonando en el Derecho a la Participación como ejercicio político, El Consejo Nacional Electoral, ente rector del tema electoral en el país, aprueba una ley de paridad de género a la lista de candidatos titulares y suplentes, donde deben cumplir con el 50% para hombres y mujeres en las elecciones de 2015, de los cuales, solo 33 Curules fueron alcanzados por Mujeres. En esta línea, es aprobado el Reglamento Especial para garantizar la Paridad de Género en la Elecciones de Diputados a la AN (2020), de los hallazgos se destaca, en la Lista Nacional de 26 partidos políticos, apenas 3 cumplieron el criterio de paridad (El Cambio, Pro ciudadanos y UPP8), 23 Partidos Políticos no cumplieron con el criterio de género ni paridad, ninguno cumplió con el criterio de alternabilidad.

Con relación a las elecciones de alcaldes y concejales (2021), del total de 863 postulaciones al cargo de gobernadora o gobernador solo 106 postulaciones fueron de mujeres, mientras, que 757 fueron postulaciones de hombres, porque los partidos políticos postularon 88% hombres y apenas 12% mujeres, significa, hubo una brecha de género de más del 70%, inclusive, en 8 estados los partidos políticos no postularon a ninguna mujer para el ejercicio del cargo de gobernadora. (Cepaz, 2021).

Me llama a Reflexionar, que a pesar de los avances tenemos mucho camino por recorrer... Impulsar la iniciativa de paridad de género, sigue siendo una tarea titánica para los liderazgos femeninos emergentes, es indispensable una revisión profunda, que asegure una representación equilibrada de hombres y mujeres entre la paridad y alternabilidad, pero el asunto va más allá de una cuota para acceder a un cargo, no sólo en elecciones sino dentro del ejercicio ciudadano, al igual, que dentro de los ámbitos de accionar humano. Existe una evidencia manifiesta sobre la desigualdad de las mujeres para el ejercicio de representación política, en efecto, la Mujeres en Venezuela enfrentan algunos retos y obstáculos dentro de la vida política, se podría indicar los planteado por la Diputada a la Asamblea Nacional (2015), Luz Jaramillo:

 

1. Punto de partida: Atreverse y Tomar la Decisión de adentrarse en un escenario desconocido. 2. Uso abusivo de estereotipos: “Los buenos lideres son hombres”. 3. La violencia política: Señalamientos y juicios de valor al momento de tomar una decisión. (p.2).

Se requiere entonces, consolidar el compromiso de las instituciones públicas y privadas con el Liderazgo Femenino, brindándoles herramientas para ejercer cargos de poder, al mismo tiempo, construir Gobierno Local, Municipal, Regional y Nacional, asimismo, Empresas Públicas y Privadas con Políticas Públicas más inclusivas, más productivas y dinámicas. Vale destacar, en la cotidianidad dentro de los sectores populares las jefas de los consejos comunales, clap, son mujeres lideresas sociales, con presencia marcada en los cabildos, asambleas de ciudadanos, inclusive, al verificar las bases de los partidos políticos, la mayoría son mujeres.

Es hora de hacer una introspección... porque en Venezuela la legislación nacional e internacional no ha sido suficiente para derribar los obstáculos que enfrentamos las mujeres al momento de considerar legítimamente el derecho de acceder a espacios de liderazgo, entre los factores se presentan: roles de género, estereotipos de género, actitudes, normas discriminatorias, entre otros; causando exclusión de las mujeres en espacios de liderazgo y toma de decisiones, impidiendo tener una participación efectiva e igualitaria en los asuntos políticos.

 

Mcs. María Teresa Piñero Suárez

Defensora de DDHH

Feminista - Mujer de Paz (2020).

lunes, 7 de marzo de 2022

Día Internacional de la Mujer: Sólo unidas podemos lograr la Igualdad.

 

Vamos a dar una mirada al transcurrir de la historia sobre esta fecha, recordando, que en el año 1945, la Carta de las Naciones Unidas (ONU), es reconocida como primer acuerdo internacional porque estableció el principio de igualdad entre mujeres y hombres, luego, en diciembre de 1947, la Asamblea General aprobó por resolución la proclamación del Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, exhortando a los Estados Miembros su observancia durante todo el año. Para 1975, la ONU promulga el Día Internacional de la Mujer, celebrándose por primera vez oficialmente, hasta la actualidad para exigir derechos y reivindicaciones.

En el escenario de este 2022, la UNESCO y ONU une su voz para celebrar este Día Internacional de la Mujer bajo el lema “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible, reconociendo la contribución de mujeres y niñas a nivel mundial, liderando la carga en adaptación, mitigación y respuesta al cambio climático, para construir un futuro más sostenible para todos. Consideramos, desde nuestra organización que esta conmemoración debe ser un elemento unificador, fortaleciendo el apoyo a los derechos de mujeres y su participación en los ámbitos político, social, cultural, económico; entre otros donde interactúa. Es indispensable, promover la igualdad de género, derechos, garantías, autonomía, en pro de la paz y sociedades sostenibles.

Hoy 8 de marzo de 2022, en honor a la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, asimismo, su desarrollo íntegro como persona, es oportuno, reflexionar respecto al papel que jugamos dentro de la sociedad… aun falta muchísimos Derechos Humanos por reconocer!. Es un día para honrar los logros de las mujeres en las transformaciones surgidas a lo largo de la historia, pero también para recordar desde todos los ángulos: políticas públicas, organizaciones civiles, organizaciones de derechos humanos, formadores de opinión, instituciones educativas, sistemas familiares; entre otros escenarios de convivencia cotidiana. Cabe parafrasear palabras de Evangelina García Prince:

 

La importancia de la Mujer como agente medular en cambios sociales, impulsora de valores de equidad que generan economías más sólidas, comunidades empoderadas y sociedades justas. El valor de la mujer, no solo por ser obvio, es innegable. Y todo lo que sea realmente valorado se debe admirar, querer y proteger. No durante un día, sino siempre. ¡Reduzcamos las brechas que aún existen para convertir la igualdad de género en realidad!

Aunque, tomamos el día para reconocer o conmemorar el trabajo de mujeres valiosas, perfectamente es válido…pero los hechos de violencia contra la mujer siguen siendo constantes, en acelerado aumento, representando un tema de derechos humanos (DDHH) y Agenda Pública, ocupando la atención de organismos internacionales como nacionales, porque representa un grave problema de salud a nivel mundial. Venezuela, no está exenta de este fenómeno, sólo en el mes de enero del presente año se registraron 20 femicidios y 5 muertes violentas de mujeres en el exterior; de acuerdo con la documentación del Observatorio Digital de Femicidios del Centro de Justicia y Paz (CEPAZ).   

Nuestro llamado esta dirigido hacia el Estado, organizaciones e instituciones operadoras de justicia, este día, no sólo es, para reconocimiento de sus derechos políticos y civiles, además, de propiciar participación en todas las esferas positivamente, se requiere con urgencia tomar medidas ante los femicidios, violencia basada en género, prostitución forzada, mujer migrante, cargas desproporcionadas ante la crisis estructural como pandemia COVID19, fallas de servicios básicos, acosos, brecha salarial y desigualdades en todas sus formas, entre otras estigmas, etiquetas o interseccionalidades… Entonces ¿Qué estamos haciendo para garantizar los DDHH plenos de las Mujeres venezolanas?

 

 

MSc. María Teresa Piñero Suárez

Activista – Defensora de DDHH.

Mujer de Paz 2020. Feminista

domingo, 23 de enero de 2022

23 de Enero 1958: ¿Cómo se ha desempeñado el Rol de la Mujer en la Democracia?

Al revisar la historia de la humanidad con un enfoque de género, se comprueba que a largo de los años las mujeres han luchado por ejercer su derecho al voto en búsqueda de una mayor participación política-civil, ejemplo de ello, en época de la antigua Grecia, existía la democracia directa, democracia local o pequeñas poblaciones, la ciudadanía estaba restringida, ejemplo: las mujeres no tenían acciones ni roles en el ejercicio de la democracia directa, es decir, no podían participar porque no eran consideradas ciudadanas.

Posteriormente, en 1791 se publica la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, durante la Revolución Francesa, da reconocimiento a la ciudadanía, justicia y equidad política de las mujeres. Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando la figura de la mujer juegue un papel clave en las recién instauradas democracias producto a su reconocimiento al derecho al sufragio en elecciones libres, directas y universales. Este alcance fue denominado “movimiento sufragista” por el derecho al voto para mujeres, también conocido como Primera Ola del Feminismo, se desarrolló en Inglaterra, países europeos, Estados Unidos ante el impacto de la revolución industrial y del liberalismo. Las mujeres latinoamericanas iniciaron esa lucha, alcanzando este derecho  entre 1929 - 1961.

Con esta declaración la mujer pasa de ser un individuo cuya finalidad era procrear y atender el ámbito familiar, hacia un contexto social - político, en este sentido, el logro del sufragio femenino significa el reconocimiento a la igualdad en participación política, empoderamiento de mujeres como dignas representantes de una democracia y entendimiento, porque sin la participación activa de las mujeres en todos los niveles de gobierno no se podrán conseguir los objetivos de igualdad, desarrollo, paz.

En Venezuela para el siglo XIX, al igual que en Europa, prevalecía la cultura del patriarcado, colonial católica - militante, con fuertes rasgos machistas y feudales: modelo madre, esposa, doméstica, hogareña, enclaustrada, no pública, excluida; mujeres determinadas por su fisiología, por sus ritmos biológicos, con tareas y roles definidos por esa naturaleza; en resumen, una mujer quien no podía ser explicada sino de manera desigual e inferior.

En este contexto, la participación política de la mujer se inició en la dictadura de Juan Vicente Gómez, con la generación del 28, producto que sus hijos estaban presos, las madres decidieron dar un paso al frente en la gesta democrática del siglo XX, donde maestras fundaron grupos relevantes que lucharon contra la opresión del régimen, fomentando la conciencia sobre valores universales de la humanidad, libertad y rol protagónico que debían tener en la conducción del país. Entonces, asumieron un rol de lucha por la democracia y libertad, logrando la entrada masiva de mujeres a la UCV, donde apenas 6 mujeres habían podido egresar: las tres hermanas Duarte: Adriana, Delfina y Dolores (título de Agrimensor 1893); y en 1936 María de Jesús Lión (Odontología), María Fernández Bawden (Farmacia) y Lya Imber (Medicina).

Para finales de 1935, se activa, la primera organización popular de militancia femenina “Agrupación Cultural Femenina”  (ACF), la cual estuvo muchos meses en condición de clandestinidad, para reivindicar, no sólo el derecho al voto para las mujeres en igualdad de condiciones que el hombre, sino prioridad en la formación y capacitación para poder asegurar su desarrollo personal mediante la escuela de Obreras Femeninas. Luego en 1937, la Agrupación Cultural Femenina (ACF), la Asociación Venezolana de Mujeres (AVM) y el capítulo venezolano de la Unión de Mujeres Americanas, establecen vínculos con organizaciones internacionales; aunque la AVM no estaba de acuerdo con el feminismo sufragista de esa primera etapa, derechos civiles y políticos, coincidieron para constituir las Asociaciones Unidas pro Reforma del Código Civil, aprobada cinco años más tarde por el Congreso. Mientras, que la ACF exigía ser reconocidas como sujetos políticos y sentaron las bases para que la mujer ejerciera función política en el país, gestándose el sufragismo; dentro de estas seguidillas de dictaduras, autocracias y transiciones en el gobierno de Isaías Medina Angarita. Entre las integrantes de esa agrupación, estaban mujeres de todos los niveles sociales y visiones, como filiación política, ellas entendieron muy rápidamente que debían estar unidas y no polarizadas para alcanzar nuestros derechos, entre ellas: Carmen Clemente Travieso (Fundadora).

Desde 1936 hasta 1948, todos los domingos, la agrupación publicó en el diario Ahora "Cultura de la Mujer", una página que sirvió de tribuna para exponer los problemas de las mujeres, analizar su situación y adquirir cultura general. En junio de 1940, la ACF participó en la Conferencia Preparatoria al Primer Congreso Venezolano de Mujeres, con la representación de 69 organizaciones femeninas. Carmen Clemente Travieso fue designada para escribir la tesis sobre los Derechos Políticos de la Mujer. Siguiendo con las luchas por lograr la superación de la mujer, en 1942, un grupo de la ACF y la Asociación Venezolana de Mujeres consiguió que se reformara el Código de Comercio. Lograron que la mujer pudiera ejercer una profesión comercial independiente de su marido.

También, 1942 la ACF y AVM, crearon Acción Femenina cuyo objetivo era el derecho al voto como reivindicaciones legales de la mujer, a través de la Cartilla Cívica Femenina, revista independiente dirigida por Ada Pérez Guevara. En 1943, siguió luchando por lograr la igualdad en los derechos de la mujer, por esta razón se vio motivada, junto a otras compañeras, a llevar hasta el Congreso Nacional un documento donde solicitaban el derecho al voto femenino. En enero de 1944, asistió a una Asamblea de la ACF donde se fijó el día 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.

Con la muerte de Gómez, las actividades políticas surgieron nuevamente en la calle, fundándose Juntas Patrióticas, de origen mixto, pero en Caracas el 14 de Febrero surgió la Junta Patriótica Femenina, para mantenimiento de la libertad, los derechos civiles y políticos, asimismo, unos grupos y organizaciones de mujeres se mantuvieron actuando en el espectro político del país. ¿Qué pedían específicamente? Derecho al voto y ostentar cargos públicos.

En esta línea de eventos, la mujer logra por primera vez en la historia nuestro derecho a votar y a ser elegidas para cargos públicos de elección popular, el 27 de octubre de 1946, Constitución de una Asamblea Nacional Constituyente, donde fueron elegidas 12 mujeres como integrantes de dicha asamblea, logrando así el pleno derecho al voto. De los 160 diputados electos para la Asamblea Nacional Constituyente, 21 ó 13% fueron mujeres: 13 principales y 8 suplentes. Sin embargo, para el primer Congreso de la República en las elecciones de finales de 1947 y que se instala el 19 de abril de 1948, sólo 4 mujeres fueron electas; 2 diputadas y 2 senadoras. Otro hallazgo, en 1948 por primera vez se gradúan juntas 6 mujeres doctoras en Ciencias Políticas y 18 alumnas Trabajadoras Sociales de la Promoción (UCV). Las facultades con más mujeres dentro de sus aulas eran: Medicina, Enfermería, Humanidades, Economía y Derecho.

En este periodo, se produce otro golpe de estado, se instaura una Junta de Gobierno, presidida por Marcos Pérez Jiménez, quién ganó la elecciones en el 52, y estuvo en el poder hasta el 23 de enero 1958, después de haber convocado a un plebiscitó en diciembre de 1957. Aquí vuelve la lucha de la mujer contra la dictadura, desatancándose: Argelia Laya, Ángela Sago, María León, entre otras; que participaron en la guerrilla.

Posteriormente, el fenómeno de incorporación de la Mujer en la educación universitaria comenzó avanzar en los años 60 del siglo XX, y en algunas carreras como ingeniería, en el caso venezolano, en los años 70 u 80, asimismo, la incorporación al ámbito laboral. La lucha de las mujeres por ser reconocidas ciudadanas con plenos derechos políticos ha sido larga y atravesado la historia. Vale acotar, en homenaje para las mujeres protagonistas de esos movimientos, que hicieron posible la conquista de sus derechos, por tanto, la profundización de valores democráticos, que echa por tierra los prejuicios en contra de las mujeres y feministas, que desde sus espacios han sido heroínas de la democracia, se editó el Libro 20 Mujeres Venezolanas del Siglo XX: Ada Pérez Guevara, Adisea Castillo, Ana Lucina García Maldonado, Argelia Laya, Elisa Jiménez Armas, Esperanza Vera, Eumenia Hernández, Franca Donda, Gioconda Espina, Gloria Comesaña, Isolda Heredia de Salvatierra, María Eulalio Armengol, Lucila Palacios, María Teresa Castillo, Mercedes Fermín, Mercedes Pulido de Briceño, Rosa Paredes, Sonia Sgambatti.

Es por esta razón, que los actuales esfuerzos concertados en todos los países del mundo se centran en el desarrollo de mecanismos integradores y fomentadores de los procesos democráticos. Reconociendo que la democracia representativa es el medio fundamental para que los intereses de la mujer estén bien  personalizados y reciban una respuesta normativa socialmente legítima y sostenible.

Por lo tanto, la participación de la mujer es clave para los sistemas democráticos, porque permite preservar su autenticidad, además, las mujeres necesitan democracia para cambiar los sistemas y leyes que les impiden a las sociedades en su conjunto lograr la igualdad; reconocimiento entendido por el sistema internacional, consagrado en el Artículo 7 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), reiterando la importancia de la representación de las mujeres en la vida política de sus países.

En esta línea, el 28 de junio del 2021, se promulgó el Reglamento Especial para Garantizar los Derechos de Participación Paritaria, Alterna y Política, de Legisladores o Legisladoras, Concejales y Concejalas, en las Elecciones Regionales y Municipales 2021; además del instructivo sobre la aplicación de esta normativa. Podríamos decir entonces, que la mujer ha alcanzado un lugar dentro de la democracia y participación política, con nuestro derecho al voto, a sus vez,  gozar de paridad de género en los cargos de representación popular. No obstante, ha sido una conquista frágil, víctimas de conductas misóginas machista, incluso, guerra titánica para alcanzar tales postulaciones, siendo urgente impulsar la construcción histórica social - cultural, cuando hablamos de DDHH de la Mujeres, en el seno de algunos sectores políticos, no existe una intención genuina de abordar el tema de igualdad de género y participación paritaria en Venezuela.

Otro tema a reflexionar, es la Agenda 2030 (ONU), donde el Informe de seguimiento de los Objetivos de Desarrollo Sustentables (ODS), están enfocados hacia la transformación de las promesas en acción: “La Igualdad de Género”, de allí, este emblemático informe demuestra, mediante pruebas, datos y análisis, el éxito cosechado por las mujeres y niñas a nivel mundial, además, de propuestas para lograr los ODS. Vale destacar, que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha otorgado a la igualdad de género un lugar central en su trabajo y hemos visto un progreso notable en los últimos 20 años. Más niñas van a la escuela que hace 15 años, y la mayoría de las regiones ha alcanzado la paridad de género en la educación primaria.

Actualmente, aunque hay mayor número de mujeres dentro del mercado laboral, todavía hay grandes desigualdades en algunas regiones, sistemáticamente a las mujeres se les niegan los mismos derechos laborales que tienen los hombres. La violencia sistemática, explotación sexual, división desigual del trabajo no remunerado (tanto doméstico como en el cuidado de otras personas) y la discriminación en la toma de decisiones en el ámbito público son grandes obstáculos que aún persisten. El cambio climático y los desastres continúan teniendo un efecto desproporcionado en las mujeres y niños, al igual, que la migración, prostitución forzada, feminización de la pobreza.

Garantizar el acceso universal a salud reproductiva y sexual, otorgar a la mujer derechos igualitarios en el acceso a recursos económicos, como tierras y propiedades, son metas fundamentales para conseguir este objetivo. Hoy más mujeres que nunca ocupan cargos públicos, pero alentar a más mujeres para que se conviertan en líderes ayudarán a alcanzar una mayor igualdad, por ende, disminuir las brechas de género.

 

Msc. María Teresa Piñero Suárez

Activista – Defensora de DDHH

Feminista. Mujer de Paz (2020)

 

 

 

 

sábado, 18 de diciembre de 2021

Día Internacional del Migrante

 

Desde el año 2000, la Asamblea General de la ONU, proclamó el 18 de diciembre “Día Internacional del Migrante”, como consecuencia del elevado flujo migratorio mundial, tomando como antecedente primordial la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares (1990), en concordancia, con la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes (2016); ambas están dirigidas a reconocer la labor positiva de los migrantes, comprometiéndose proteger su seguridad, dignidad, libertad y derechos humanos, de modo tal, que este complejo proceso sea seguro, regular y digno.

Bajo esta perspectiva, la Organización Colombiana Dejusticia (2021), reflexionó respecto al pronunciamiento de la Corte Constitucional Colombiana hacia las violaciones de derechos humanos de siete (7) personas migrantes venezolanas expulsadas en las protestas de 2019. En este sentido, la Corte amparó el derecho al debido proceso y a la dignidad humana, ordenando dejar sin efectos las resoluciones de expulsión en este tipo de casos, hasta que exista avance en el procedimiento. Esta mejora garantiza el derecho a la defensa, considerando las circunstancias individuales de cada persona e impacto que genera estas sanciones al grupo familiar. Además de ello, el Gobierno Colombiano creo el Estatuto Temporal de Protección para Personas Migrantes provenientes de Venezuela, adelanto significativo para la regularización de miles de personas que han llegado a Colombia los últimos cinco años, garantizándoles el acceso a derechos fundamentales como salud, trabajo y educación.

En torno a esto, el lema para este año escogido por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), es "Aprovechar el potencial de la movilidad humana", porque "Gracias a sus conocimientos, redes y competencias, los migrantes contribuyen a forjar comunidades más fuertes y resilientes", también contribuyen con las remesas a su país de origen, exhortando a los gobiernos para que accionen e incluyan a los y las migrantes, independientemente de su condición jurídica, en sus planes de recuperación social y económica. De acuerdo con la OIM (2021), existente un aumento global de las remesas en los últimos decenios, pasando de USD$126.000 millones en el 2000 a USD$ 702.000 millones en el año 2020.

Hechas estas consideraciones, el proceso migratorio forzado de los venezolanos, como resultado de una crisis humanitaria compleja, agravada por la pandemia del COVID19 y factores multidimensionales, emergidos del conflicto político – socioeconómico venezolano, ha afecta emocionalmente a los adultos mayores generando daños que lo paralizan y les resta calidad de vida. Porque son olvidados por hijos que migran; mientras que otros emigran, exponiéndose a situaciones hostiles, en el peor de los casos quedan al cuido de los nietos y les toca volver a criar. Todo esto representa riesgos sociales y de salud de quien envejece en un país sin justicia social.

Debe puntualizarse, el tema de los “Niños dejados atrás”, en cierto modo, se benefician con oportunidades de desarrollo como consecuencia del aumento de los ingresos de su familia, mediante las remesas, que servirán para cubrir alimentación, vivienda, educación o salud, que seguramente no hubiese sido posible sin la migración. No obstante, los niños y las niñas que los migrantes dejan atrás, presentan una pérdida de referentes afectivos por sus padres o madres, aumentando la probabilidad de que no reciban el mismo cuidado, trato, atención o protección adecuada contra todas las formas de violencia.  Dicha ausencia, conlleva una desintegración familiar, produciendo perjuicio psicosocial que puede convertirse en sentimientos de abandono y vulnerabilidad. 

Al respecto, cuando los padres emigran por ciertas necesidades se comienza a dibujar un nuevo modelo de familia para los NNA con los abuelos u otros familiares, los cuales poco conciben con responsabilidad la crianza y educación de estos; en consecuencia, se violentan las obligaciones generales de la familia e igualdad de género en la crianza de los niños, niñas y adolescentes, ejercicio progresivo de los derechos y garantías, conocer a sus padres y a ser cuidados por ellos, ser criado en el seno de su familia de origen, mantener relaciones personales y contacto directo con el padre y la madre, integridad personal: integridad física, síquica y moral, responsabilidad del padre, la madre, representantes o responsables en materia de salud, obligación del padre, madre, representantes o responsables en materia de educación; entre los de mayor prevalencia.

Cabe resaltar, que muchos padres han decidido partir dejando la responsabilidad de crianzas de sus hijos mediante un poder amplio donde les dan cualidad para cambiar de domicilio, firmar permiso de viajes, inscribirlo en la escuela, retirar los boletines, entre otras facultades propia de la responsabilidad de crianza y custodia; Inclusive, este supra poder, no les da facultad de decidir sobre alguna eventualidad o emergencia en la salud de los NNA; perjudicando en gran medida el disfrute de los derechos o garantías antes enunciados, con considerables consecuencias futuras que pueden perturbar su desarrollo biopsicosocial.

Este contexto llama a la reflexión, en cuanto a las medidas necesarias que se debe tantos para los padres migrantes como los hijos que dejan a cargo de terceras personas; y no asumirlo a la ligera, de forma desordenada o improvisada como realizando actualmente. La LOPNNA (2015), como norma especialísima que regula la materia de Niñez y Adolescencia en nuestro país es muy clara y taxativa en los procedimientos asumir en los distintos casos de instituciones familiares: titularidad de la patria potestad, ejercicio de la responsabilidad de crianza, obligación de manutención, convivencia familiar, colocación familiar o adopción.

De allí, que se recomienda seguir los parámetros establecidos en ellos, en función del interés superior del niño, prioridad absoluta, para garantizar el disfrute efectivos de sus derechos de manera progresiva y de acuerdo a su desarrollo o capacidad evolutiva. Por ende, actuar fuera de ella, vulnera el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías; siendo una obligación que debe brindar la triada Estado, sociedad y familia, desde el momento de su concepción. En nuestro rol de corresponsabilidad, diseñamos un Sistema de Alerta Temprana (SAT), para que sea ejecutado junto a los organismos del sistema de protección de niños, niñas y adolescentes, a fin de diagnosticar la parte preventiva y abordar oportunamente.

Vale resaltar, dicha realidad afecta a gran número de niñas, adolescentes y mujeres migrantes venezolanas, victimas constante de xenofobia, discriminación, violencia hasta femicidio; en este último caso, no existe medidas efectivas para  protección de sus hijos, quedando en ciertas oportunidades expuestos a situaciones de maltratos. Otro aspecto resaltante, algunas de estas mujeres junto a sus núcleos familiares viven en serias condiciones de hacinamiento con múltiples familias, incluso, con personas que no comparten consanguinidad, generándoles, estrés mental, depresión, otras han recurrido a la prostitución forzada para sustentarse, por desconocer sus derechos, ante la realidad de estar indocumentadas en estos países de llegada. Es indispensable, echar un vistazo al tema de la trata de personas, porque “las mafias saben cómo aprovecharse de las necesidades de las mujeres y vincularlas en procesos de explotación sexual”.

Por ello, este año nos unimos a la Campaña #LaMejorRuta porque posiciona la movilidad como un DERECHO HUMANO, que debe ser ejercido de forma segura, responsable, planificada, ordenada y voluntaria por todas las personas sin ninguna discriminación ni vulneración a sus Derechos fundamentales.

En Acarigua, a los 18 días del mes de Diciembre 2021.

 

MSc. María Teresa Piñero Suárez

CI. 10895239

Directora de la AC Gurrufio

Mujer de Paz 2020. Activista – Defensora de DDHH